29 de diciembre de 2013

Digame...

Hay un elemento en nuestro Atelier que a veces se puede hacer muy presente en nuestro día...es nuestro teléfono. Hay clientes que nos recriminan en ocasiones que no cogemos el teléfono y recurren al correo electrónico ya desesperados ante la ausencia de respuesta. Os pedimos perdón por ello, pero hay en ocasiones que nuestro trabajo requiere tanta concentración que llegamos a olvidarnos incluso de su sonido...otras veces son nuestros clientes, que en muchas ocasiones son ya amigos y nos gusta compartir con ellos charlas sobre lo humano y lo divino...pero no me podráis negar que el teléfono es total...auténtico de mi casa de los setenta...y aún funciona...bendito teléfono.