Cuando vemos maravillosas decoraciones para nuestros eventos, no podemos caer en la tentación de verlo todo unicamente bajo el prisma calculador y económico...¿Y lo que nos trasmite? ¿Y lo que sentimos? ¿Y como nos sentimos al vivir este ambiente decorativo?
Todo es cuestión de sensibilidad y de llegar al corazón de las cosas más bellas. No todo se puede calcular con dinero...
Si no lo tengo, lo asumo, y si lo tengo...voy a gastarlo pero no solamente porque es dinero...voy a gastarlo porque con ello puedo hacer feliz a mucha gente...y compartirlo con ellos.
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