20 de febrero de 2013

Edith Piaff

(Podéis escuchar esta canción mientras leéis este relato tan emotivo)

En Nacho Bergara  atelier tenemos una máxima y es que por encima de las decoraciones, de los ramos de novia, de los bancos de una Iglesia o del centro del restaurante, con lo que estamos trabajando aquí es con HISTORIAS DE AMOR.
Y la historia de Amor de Edith Piaff siempre me ha impresionado y emocionado hasta llorar.
Nació debajo de una farola asistiendo a su madre en el parto, dos policías.
Con unos padres alcoholizados tuvo una infancia muy dura y a los 17 años se quedó embarazada perdiendo a su bebé con dos años por causa de una meninguitis. Cantando por las calles en los suburbios de París, fue descubierta por un empresario que le abrió las puertas de la Gloria en París. Pronto se le cerrarían al acusarla de asesinato del mismo empresario años después. Amante tras amante se dió al alcohol y a una vida de desenfreno y sin control.
Pasada la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en la Musa del resurgir cultural francés, recorriendo Europa y América triunfo tras triunfo.
Después de un accidente de automóvil en donde se fracturó varias costillas le recomendaron tomar morfina para calmar sus dolores y fue entonces cuando le vino una adicción que terminaría al final con su vida.
Después de varias Bodas y de romances fugaces, a sus 46 años se enamoró de un griego veinte años más joven que ella, Theo Sarapo. 
Enseguida se casó con él y proclamó a los cuatro vientos que era el amor de su vida. Todo el mundo musical lo tachó de gigoló acusándolo que solamente iba a por su dinero.
 Al año le fue detectado un cáncer que terminó con la vida de la artista. Cuarenta mil personas acudieron a su entierro y Theo Sarapo fue declarado heredero universal de toda su herencia. Ante su silencio, aún aumentaron más las voces que lo acusaron de aprovechado y de gigoló sin escrúpulos. Ya no se volvió a hablar de él hasta siete años después cuando apareció muerto en su apartamento: se había suicidado.  Entonces se descubrió toda la verdad: Edith Piaff había muerto arruinada y llena de deudas por sus adicciones. El gran amor de su vida, Theo Sarapo se pasó siete años pagando estas facturas para que el buen nombre de su amada no se viese ensuciado por este escándalo. Una vez saldadas las deudas, ya no merecía vivir si no tenía a su amada a su lado. Nunca se le vió con otra mujer y en su mesilla se encontró una nota que decía: Pour toi, Edith, mon amour...creo que no necesita traducción. Esto es el amor, el AMOR para el cual nosotros trabajamos en Nacho Bergara, Atelier.